© 2014 John Paul Adams, CSUN
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Julio Firmino Judice Biker (editor), Collecção dos Negocios de Roma no Reinado de El-Rey Dom José I. Ministerio do Marquez de Pombal e Pontificado de Clemente XIV, 1769-1774 Parte III (Lisboa, 1874), Additamento a Parte III (Lisboa 1875), pp. 45-47:
Desde que falleciò la Santidad de Clemente XIV, procuraron los Ministros de España, Francia y Napoles declarar al Sacro Colegio, por medio del Cardenal Decano, los riesgos à que se expondria qualquiere eleccion, si no se procedia para ella de acuerdo con las Coronas, esperando á los Cardenales de las naciones, y dando tiempo à que viniesen los ordenes y instrucciones de las Cortes. Sobre todo esto pasaron oficios formales los respectivos Ministros, antes de entrar en Conclave los Cardenales existentes en roma.
Despues de la entrada en Conclave se observò que el partido de los que llaman Zellantes, en que se comprenden los terziarios de los Jesuitas, y los adictos à los principios y maximas antiguas de la Curia Romana, foraban una cabala para eligir precipitadamente un Papa de su faccion, conociendose que avian puesto la vista en los Cardenales Colona, Vicario, Colona Pamphili, Boschi, la Lance, y Fantuzzi. En la noche del 12 al 13 de octobre se notò en el Conclave gran fermentacion, y que el Cardenal Rezzonico, Camarlengo, corria las celdas de las criaturas de Clemente XIII su tio; por lo que temiendose que en la mañana seguiente preparase aquel 0partido algun golpe atropellado, hicieron los Cardenales de Bernis y Orsini la declaracion, que acompãna bajo el num° 1°, y el Conde de Florida Blanca, Ministro de España, pasò à dicho Orsini, que llevaba la voz del Rey Catolico, el villete, cuya copia tambien acompaña bajo el num° 2°.
Estos pasos causaron un bueno efecto, pues apesar de las quexas que esparzieron los Cardenales del partido contrario, se refrenaron è hicieron saber à los Ministros expresados que nunca avia sido su animo de hacer una eleccion por sorpresa, y que esperarian a los Cardenales forasteros con sus respectivas instrucciones. Sin embargo los espiritus inquietos de aquel partido forjaron la falsedad, y la hicieron circular por toda Roma, que el Ministro de Francia avia querido eligir Papa por sorpresa al Cardenal Negrone, y que lo avian impedido los Cardenales Rezzonico menor, y Juan Francisco Albani. A esta especie se le diò cuerpo con copias, satiras y otros medios indignos, aviendose ya estampado en muchas gazetas estrangeras.
Pero los Cardenales terciarios no se atrevieron à arriesgar una eleccion, contentandose con dividir sus votos entre los candidatos de su faccion ya citados, añadiendo à ellos à los cardenales Bufalini y Torrigiani.
Se continuò el Conclave con quietud hasta la noche del 10 al 11 de noviembre, en que se repitiò la fermentacion y el rumor, apra apresurar una eleccion por sorpresa; y los Cardenales de Bernis, Luines y Orsini repitieron su declaracion, en el escrito que acompaña con el num° 3°.
Como en aquellos dias huviese llegado un correo estraordinario à S. Ex.a el Señor Visconde de Villa Nova, Ministro Plenipotenciario del Rey Fidelisimo, con las correspondientes instrucciones de su Corte, y en ellas se le autorisaba para hacer una declaracion vigorosa al Sacro Colegio, analoga à las executadas por los Ministros Borbonicos, concertandose con el de la Corte de España; procediò de acuerdo con este à extender y remitir al Cardenal Decano una memoria, de que podrà remitir copia à su Corte el mismo Señor Visconde. Esta memoria se encaminò por medio del Cardenal Orsini, porque, teniendo la voz de España, avia ver la union de los Reyes Catolico y Fidelísimo en este grave asunto, conforme à las ultimas ordenes, y se hallaria en estado de observar los efectos que produgese, y comunicarlos.
La memoria hiriò vivamente el animo del Cardenal Decano y de muchos Cardenales, pareciendoles demasiado fuerte; y aviendo informado destas especies el Cardenal Orsini al Conde de Florida Blanca, escriviò este un villete largo y ostensible, de que no conserva copia, por averlo extendido con gran prisa, en que le hacia ver vigorosamente quantas cosas mas pudiera aver dicho la Corte de Portugal y su Ministro, y la gratitud que debia tenerles el Sacro Colegio por la moderacion de que avian usado; de la qual no debia abusar, para no exponerse à las demàs declaraciones y recusaciones que podian hacer las Cortes.
De resultas de esto fuè respondido por el Decano del Sacro Colegio, que este se hallaba lleno de respeto à las Coronas, y que todo se executaria con acuerdo y pacificamente. A esta respuesta se ha dicho por medio del citado Orsini, que se suspenderan otros pasos, mientras no se vean motivos de desconfianza, que es el estado actual del conclave, de que se puede informar por el mismo conde de Florida Blanca. Solo parece conveniente anadir que, segun lo que permite el conocimiento do estos Cardenales, se cree asegurada por parte de las Coronas la exclusiva de votos, de modo que sin los Cardenales afectos à ellas no serà facil eligir Papa, siempre que se evite una sorpresa. Se ha distinguido muy particularmente en esto afecto el Cardenal Conti, como tambien los Cardenales Malvezzi y Corsini, Pallavicini y otros, sin contar los Cardenales Ministros, que han hecho esforzadamente su deber.
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